Lo contábamos en la crónica anterior, y finalmente los pronósticos meteorológicos se cumplieron.
La lluvia y las tormentas hicieron acto de presencia en La Rogativa a La Virgen de la Cuadra. Ya desde bien temprano las fuertes tormentas hacían presagiar que la celebración estaría pasada por agua. Las diferentes asociaciones ya habían decidido no montar sus casetas.
Y justo antes del comienzo de los actos religiosos, una fortísima tormenta se puso a descargar en la zona, lo que hizo que la afluencia de público fuese mucho menor que en otros años. Al ver que no escapaba se tuvo que tomar la determinación de suspender la procesión, pues si los pendones se mojan, sus telas pueden sufrir daños, al igual que los bailes regionales que tampoco pudieron celebrarse.
Ya por la tarde, si que fueron varios los que, a pesar de seguir lloviendo, se acercaron al rosario que se celebraba en la Ermita, y que dio por concluidos los actos de esta rogativa, en este atípico día.
Este año La Virgen de la Cuadra ha escuchado las rogativas y ha enviado las lluvias antes de la celebración de su día.
Gracias a todos los que asistieron a pesar del mal tiempo, y a todos os emplazamos a la celebración del próximo año, que esperemos no este pasada por agua como la de este año.
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